ESTUDIO GEOLÓGICO GENERAL DEL ÁMBITO DE ACTUACIÓN GEOLOGÍA GENERAL

 La Comunidad de Madrid está situada en el borde septentrional de la Meseta Sur, sobre la vertiente meridional de la Cordillera Central, extendiéndose hasta el río Tajo, que drena el sistema hidrográfico de la región. Geológicamente, el Sistema Central forma parte del zócalo hercínico, el cual configura la región central de la Península Ibérica con su forma de larga dorsal sobre la que se han desarrollado las depresiones terciarias. Estas cuencas han originado la formación de las dos submesetas.

 Los materiales de la región madrileña y de sus alrededores pertenecen al relleno sedimentario continental de la cuenca central de la depresión terciaria del río Tajo, depositados en condiciones subdesérticas durante el Mioceno. Su distribución es la siguiente: materiales detríticos en el borde y evaporíticos en el interior, con una zona intermedia en la que se produce una deposición mixta de materiales detríticos con algunos interestratificados de minerales neoformados. De esta manera, se distinguen facies de borde o detríticas (facies "Madrid", "Toledo", "Guadalajara" y "Alcarria"), facies intermedias (facies "Blanca") y facies centrales o evaporíticas (facies "Vallecas" y "Gris").

 La ciudad de Madrid está situada en una zona afectada por los tres tipos de sedimentos citados. Según nos movemos en dirección perpendicular a la Sierra de Guadarrama, de Noroeste a Sureste de la capital, se pasa de las facies detríticas (“arenas de miga” y “tosco”) a las intermedias (“peñuelas”) para terminar en las evaporíticas (yesos).

 Desde el punto de vista geomorfológico, el área de Madrid es un territorio fisiográficamente de apariencia monótona, aunque encierra una gran complejidad evolutiva, en cuanto a los elementos geomorfológicos que presenta. Sus elementos más destacados son las superficies divisorias o planicies altas que forman cumbres de anchas lomas, constituyendo la divisoria de aguas de los dos grandes ríos que drenan la zona: el Manzanares y el Jarama.

 Durante el terciario la Cuenca del Tajo se rellenó, esencialmente, con depósitos detríticos que tienen su origen en el sistema de abanicos aluviales que se extendía desde el área ocupada actualmente por la Sierra de Guadarrama hacia el centro de cuenca. Según nos aproximamos hacia el centro de la cuenca, desde los relieves Paleozoicos de la Sierra, el tamaño de grano disminuye, desarrollándose ya en la parte central de la misma una sedimentación de tipo evaporítico.

 Posteriormente, durante el Plio-Cuaternario, se inicia la erosión de los depósitos acumulados durante el terciario. Este proceso está representado esencialmente por el encajamiento de la red fluvial.

 Además de los materiales terciario y cuaternarios, cabe destacar también la numerosa presencia, en la zona de estudio, de rellenos antrópicos representados por vertederos de tierra y escombros.

 El entorno geológico afectado por la infraestructura proyectada está formado por materiales pertenecientes al Mioceno y el Cuaternario. Tanto el Mioceno como el Cuaternario presentan una naturaleza esencialmente detrítica y están constituido por arcosas, arenas, fangos, limos y arcillas.

 El área de estudio se sitúa en el tránsito de las facies de arenas de miga con las facies tosco. Las primeras dominan en el área Norte y Oeste de Madrid, mientras que las segundas lo hacen hacia el Sur y Este de la ciudad, hasta que dan paso a las facies Peñuelas y a los materiales yesíferos del centro de la cuenca.

 Bajo el punto de vista tectónico, la zona de estudio se emplaza íntegramente en la denominada Cuenca del Tajo, o Cuenca de Madrid. Se trata de una cuenca intracontinental de edad terciaria, cuya génesis esta relacionada, al igual que los relieves de la Sierra de Guadarrama, con una deformación compresiva global de la Península Ibérica que tuvo lugar durante el Terciario. Esta tectónica terciaria dio lugar a la formación de relieves positivos y a la formación de zonas subsidentes, como es el caso de la Cuenca Madrid.

 Dentro de esta cuenca de sedimentación, el área de Madrid está situada en las proximidades de su borde septentrional, enmarcado por el Sistema Central. Este borde aparece como una línea de mayor actividad frente a los esfuerzos tectónicos que produjeron la deformación causante de la elevación del Sistema Central y la subsidencia de la cuenca.

 Desde el punto de vista hidrogeológico, el área del estudio se sitúa en una zona de tránsito entre una unidad geológica de composición esencialmente arcósica y otra unidad, en posición inferior, de composición arcillosa. En este sentido, en la zona de estudio, los terrenos afectados están constituidos por una alternancia de niveles de arenas arcósicas con niveles arcillosos, aumentando la proporción en arcillas según se progresa en profundidad y hacia el Este del área del proyecto.

 El río Jarama cuenta con diecinueve niveles de terrazas cuaternarias a lo largo de su recorrido, situadas entre los +3-5 m. (llanura aluvial) y los +190 m., destacando la entidad de los niveles ubicados a + 8 m.; + 12-15 m.; + 25-30 m.; + 44-46m.; + 52-54m.; + 60m.; + 114 m. y + 136 m. (Pérez-González, 1994). La gran alteración de las secuencias de terrazas aguas debajo de Mejorada del Campo viene a demostrar la existencia de procesos de hundimiento por movimientos tectónicos y engrosamiento de terrazas por disolución del sustrato evaporítico que trastocan los esquemas establecidos. Dichas terrazas del Jarama, aguas arriba de Mejorada del Campo se forman principalmente por barras de gravas de espesores no mayores de 4-6 metros (Pérez-González, 1971; Pérez-González y Uribelarrea, 2002).

 ESTRATIGRAFÍA

Definidos en orden cronológico de más antiguo a más moderno, se distinguen las siguientes unidades geológicas en la zona de estudio:

 

  • Arcillas marrones y verdosas, localmente arenas micáceas. Niveles de carbonatos y sílex. (Mioceno Medio, Aragoniense Inferior)

 

  • Arcosas gruesas con cantos, lechos de cantos, fangos y arenas arcósicas. (Mioceno Medio, Aragoniense Inferior–Medio).

 

  • Arenas arcósicas de grano grueso y arcillas pardas y rojizas. (Mioceno Medio, Aragoniense Superior).

 

  • Q: Arenas cuarzo-feldespáticas, arcillas y limos arenosos con gravas dispersas, en cauces abandonados. (Cuaternario, Holoceno)

 

  • R: Rellenos antrópicos. Arenas arcillosas con restos de materiales de construcción, vertederos, escombreras, terraplenes. (Cuaternario. Reciente).

 

OBJETIVOS DE LA INTERVENCIÓN PALEONTOLÓGICA.

 El proyecto de realización de las obras de la autopista de peaje Eje Norte-Sur de acceso a Barajas. Conexión aeropuerto Variante N-II. Vías de Servicio Sur Barajas implica la afección del registro paleontológico en la zona. Por ello, el principal objetivo de la intervención paleontológica es el del análisis e investigación del registro paleontológico, así como también el de evaluación de los restos recuperados

Debido a la aparición de un yacimiento paleontológico localizado durante el control arqueológico de las obras que se están llevando a cabo en la conexión del aeropuerto con la variante N-II y vías de servicio Sur, concretamente en el perfil del talud Este, se ve conveniente la realización de una excavación paleontológica, en la que se acotará la zona donde afloran los restos óseos, procediéndose a la recuperación de los ejemplares de quelonios y a la constatación de la presencia, si la hubiere, de otras especies de fauna fósil.

Por ello, los principales objetivos, planteados para esta  excavación paleontológica, son los siguientes:

- Primer objetivo: Recopilar y estudiar todos los datos referentes a la zona objeto de la Intervención a través de las fuentes históricas y literarias, y de los informes de intervenciones paleontológicas anteriores, con el fin de establecer los antecedentes históricos paleontológicos de la zona.

- Segundo objetivo: Analizar las planimetrías antiguas y actuales que se han ido realizando tanto de zona objeto de la Intervención, como de su entorno.

- Tercer objetivo: Obtener datos de la evolución geológica del ámbito de actuación arqueológica.

- Cuarto objetivo: Detectar, analizar, fotografiar y dibujar la secuencia estratigráfica de la zona de Intervención.

Quinto objetivo: estudiar y documentar todas y cada una de las Unidades Estratigráficas que se detecten, teniendo en cuenta la  secuencia estratigráfica.

- Sexto objetivo: fotografiar, dibujar, estudiar y analizar el material óseo recuperado en la Intervención.

-          Séptimo objetivo: Proponer las mejores medidas de protección y conservación de los posibles hallazgos paleontológicos existentes en la zona de actuación.

-          Octavo objetivo: Estudio Geomorfológico con su correspondiente Cartografía.

-          Noveno Objetivo: Estudios Estratigráficos y Sedimentológicos.

-          Decimo Objetivo: Reconstrucción Paleoambiental.

-          Undecimo Objetivo: Estudio de los restos paleontológicos.

-          Duodecimo Objetivo: Dataciones absolutas.